Las palabras tienen una resonancia poderosa y creativa. A través de ella podemos sintonizarnos con el ritmo de nuestro ser original y verdadero. Las palabras de gratitud nos hacen recordar nuestra conciencia de unidad con la naturaleza. A través de un mandala podemos enviar ondas y energía de apreciación y gratitud a todo lo que existe en ella.

martes, 5 de abril de 2011

REVISTA (1)

Ensayo de la cuarta unidad
La Escuela de Frankfurt, Primera Generación
        La Escuela de Frankfurt es una escuela de pensamiento e investigación social surgida a partir del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Frankfurt am Main, en Alemania. Surge como consecuencia lógica ante los acontecimientos que desde la década de los años veinte se iniciaban en Europa, ya en una fecha tan temprana como 1923, se plantea la necesidad de desarrollar una reflexión global sobre los procesos que consolidan la sociedad burguesa-capitalista y el significado de la teoría ante tal consolidación. De este modo,  el Instituto de Investigación Social vendrá a devolver a la Filosofía y a la Ciencia Social su carácter de análisis crítico no sólo en relación a la teoría sino, también, a la praxis y a la conjunción histórica de ambas.
La Escuela de Frankfurt, como la consideramos en la actualidad, tiene su auténtica génesis con la dirección de Max Horkheimer cuando sucede a Grünberg en la dirección del Instituto. Desde l931, y ya en 1932 con la publicación de la "Revista de Investigación Social" ("Zeitschift für Sozialforschung") se puede hablar de la Escuela de Frankfurt conformada por quienes serán sus autores fundamentales: Theodor W. Adorno, el mismo Max Horkheimer, Erich Fromm, Walter Benjamin, Leo Lowenthal, y poco después Herbert Marcuse. Este último fue el que acuñó el término de la La Teoría Crítica.
    La Teoría Crítica entendida como aclaración racional nació de dos planteamientos: la conjunción de la teoría marxiana con la de Freud y, por otro lado, el replanteamiento de los problemas de la teoría y de la práctica en su aplicación a la nueva Sociedad de Masas. Precisamente, el surgimiento de esta nueva formación económica y sociopolítica organizada sobre una economía de demanda y de consumo ponía en cuestión numerosas previsiones hechas por el Marxismo clásico. Y, sobre todo, en esta nueva etapa del capitalismo la introducción del psicoanálisis y de la metapsicología freudiana se hacía necesaria ya que, por primera vez, se hacía un uso político de la psicología colectiva. De aquí que, desde la misma fundación de la Escuela, sea imprescindible la síntesis entre economía y psicología como dan muestras los primeros trabajos de la Zeitschift für Sozialforschung y casi el acta fundacional como grupo que fueron los Estudios sobre Autoridad y familia.
Escuela de Frankfurt, Segunda Generación.
El paso de la "primera generación" a la "segunda generación" de la Escuela de Frankfurt a partir de la muerte de Max Horkheimer en l973. Fecha ésta que coincide con un cambio profundo y sustancial de la sociedad de capitalismo post-industrial. La "crisis del petróleo" conlleva un giro determinante en relación a los logros sociales que el Estado del Bienestar, articulado sobre un modelo económico keynesiano, representaba desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Esta situación explica, en gran medida, el interés que los continuadores de la Teoría Crítica van a tener por los nuevos procesos económicos, sociopolíticos y culturales, sólo que ahora se hace imprescindible la revisión epistemológica y metodológica de las grandes herencias teóricas que habían sido el fundamento de la "primera generación": Hegel, Marx y Freud. Así, pues, la obra de Max Weber entra como referencia básica a la hora de poder comprender globalmente las estructuras sociopolíticas de lo que Habermas denominará como capitalismo tardío; esto es, el capitalismo que requiere la intervención del Estado como gran regulador y mecanismo más de los procesos económicos de beneficio privado y sus leyes de oferta y demanda. La atracción hacia el análisis weberiano se explica por dos aportaciones sin las cuales sería poco menos que imposible un acercamiento objetivo a las transformaciones del capitalismo industrial en capitalismo postindustrial. Sus autores significativos son: Jürgen Habermas, Oskar Negt, Jean Baudrillard y Antonio Gramsci.
Baudrillard aborda los conceptos de valor y de sujeto desde la perspectiva semiológica, en la cual el sujeto es elemento y soporte de la sintaxis funcional de capitalismo tardío. Es decir, lo propio del actual capitalismo es el predominio casi total del lenguaje en él.
Según él: El consumo es lo más importante en la acumulación capitalista. Ve el consumo como práctica fundamentalmente semiótica, la mercancía es consumida como   signo, no como materialidad. Cree en desestructurar nociones provenientes del sentido común, tales como objeto, consumo, aspiración y necesidades. Con el valor del uso no se refiere en realidad a necesidades materiales. Entiende que las necesidades no dicen nada acerca de una esencia humana, en ningún sentido manifiesta una subjetividad autónoma, pues es el sistema de la necesidad funda el sistema del valor del uso, del mismo modo como el sistema del trabajo social funda el sistema de cambio. El consumidor saturado sería el complemento del productor asalariado.
-                      El valor del uso tiene sentido en el sistema de necesidades inducido por el sistema productivo. Dice que el sujeto consume bienes materiales, pero antes consume signos, que los seres humanos no se relacionan cotidianamente tanto con los semejantes, sino principalmente con objetos y signos. El sujeto se encuentra hipersemiotizado. Plantea un sujeto recluido en el sistema cerrado de signos, ante todos referidos de consumo y conectados imaginariamente con la sociedad por medio de imágenes que le relatan allí lo que sucede.
Antonio Gramsci:
   Hegemonía es la supremacía que un estado o un pueblo ejerce sobre otro. Según Gramsci, hegemonía es el poder político que fluye de algún líder moral e intelectual, de alguna autoridad o consenso y no de la fuerza armada. La Teoría de Hegemonía de Gramsci surge de la idea de que el gobierno y el estado no pueden ejercer control sobre las clases sin utilizar métodos realmente intelectuales. Una clase dominante mantiene su hegemonía mediante los aspectos civiles de una sociedad. (Medios de comunicación, escuelas, religión etc.) Según Gramsci, la manera en que se controla y se manipula una sociedad es una consecuencia directa de lo que él llama un falso sentido de valores creados para ser seguidos. La teoría de Gramsci explica como la organización de la sociedad, los medios de comunicación e información pueden controlar el pensamiento y las acciones de las masas y crean un estado dominado por ideologías formuladas específicamente para eso. Es a través de los medios que se manipula a las masas para que vean como algo natural y beneficioso el pensamiento de la clase dominante. Esto a la vez disminuye la probabilidad de  pensamientos y situaciones revolucionarias.

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